
Impecable, redonda, excelente, emotiva, terrorífica, romántica, inquietante, dura, fría, tierna, sorprendente, hermosa, abrumadora, sombría, hipnótica…

Todo este cóctel de epítetos concentrado en una hora y cincuenta minutos de la
película que ha marcado un antes y un después en el cine de terror:
Déjame entrar.

No se pierdan el visionado de esta increible historia de amor "diferente". Les puedo asegurar que no les dejará "indiferentes".