Sin entrar a juzgar el papel de la mujer y el hombre en la publicidad ni las atormentadas mentes creativas que moldean esos roles, hoy toca hablar de la chabacanería como medio de venta.
"Bases FUGAR, La calidad está… y se ve!"
Y casi… ¡hasta se puede tocar!
Ciertamente, en esto de la publicidad, la tendencia siempre ha sido romper esquemas e ir siempre un poco más allá. Pero, en teoría, con la premisa de la creatividad, la imaginación, la ocurrencia y la chispa innovadora.
Hoy (y siempre) se trata de hacer buenos anuncios que ayuden a vender el producto anunciado, pero (ahí viene lo dificil) que trascienda su mensaje y cale hondo en el imaginario popular, perpetuando, de este modo, la coletilla de turno (
"Ahí m'han dao",
"Pues va a ser que no",
"Hola, soy Edu, feliz navidad", etc.) y engrosando de galardones las estanterias del "creativo" de turno.
Bread is life: ¡Y una polla como una olla! Dejando de un lado las sacudidas visuales con las que
Oliviero Toscani (por poner un ejemplo) nos emocionaba para que compráramos jerseys de lana en los noventa, o los sueños de machito rebosante que nos sugerian las campañas de
Axe al principio de esta década, la sutileza, el buen gusto y el ingenio son cualidades difíciles de vislumbrar en los espacios reservados para la publicidad en todos los medios.
"Vodka Flirt: Lo mejor para las rozaduras"
Umbro, las botas de fútbol con kit de autolimpieza de serie
Cerveza Cult Shaker: La única cerveza
que se toma con pajita Malonesport: ropa deportiva para dóminas
con envidia de pene y sumisos con fijaciones orales
Si ustedes desean profundizar más en el tema les recomiendo
este completo sitio dedicado por entero al análisis de la simbología fálica en la publicidad.
Y si se encuentran con alguna muestra de este explícito y chabacano "arte", no duden en comunicármelo.
Hablando de publicidad chabacana, ¿recuerdan el chiste de los Clavos Martínez?