miércoles, octubre 31, 2007
domingo, octubre 28, 2007
jueves, octubre 25, 2007
EL ENIGMA DEL ATELIER DE LA MUERTE NEGRA
Sectas satánicas, magia negra, ritos oscuros, vecinos indignados, transeúntes aterrados, paseantes curiosos, denuncias al ayuntamiento, dos hieráticos gatos negros de mirada diabólica y mucha, mucha parafernalia mortuoria. Éste es el cóctel que se agita en pleno corazón del barcelonés barrio de Gràcia.
Desde hace menos de un año, en el número 14 de la calle Torrijos, se ha instalado una especie de establecimiento llamado Atelier de la Muerte Negra.
Una amalgama inconexa de objetos simbólicos que, a priori, impresionan, pero que, profundizando, desvelan el afán del autor o autores por llamar la atención.
Y si no, observen:
- Coronando la entrada una figura de Cristo crucificado… pero sin cruz. (Satánicos no son, paganos tampoco, ¿acaso católicos ecologistas?)
- A su izquierda, una cámara de vídeo enfocando hacia la entrada. (Les gusta saber quien llama a su puerta)
- En los laterales de la entrada unos lúgubres candelabros de velatorio junto lo que parece un picaporte compuesto de cadena y bola de hierro. (Góticos. Fijo)
- En una especie de altillo, cuatro piezas de cerámica negra flanquean la imagen de una virgen renacentista. (Son amantes del arte)
- Impidiendo el acceso directo al establecimiento, una verja cerrada, también de hierro. (No es una tienda abierta al público)
- Un cartel ocre con letras góticas en negro que reza: Atelier de la Muerte Negra con una pequeña ilustración representando un grabado medieval de la muerte. (¿Quizá se trate de un grupo de estudiosos de las plagas de Peste que azotaron Europa en el medievo?)
- A su lado una foto de frente y de perfil de una momia egipcia. (O es un taller de embalsamamiento o el "lounge" de los Siervos de Anubis)
- Un poco más arriba, otro cartel con la siguiente inscripción, también en letra gótica: Peligro de muerte KEEP OUT. (Teniendo en cuenta lo de la Peste, hacen bien en advertirnos)
- En las ventanas lucen dos representaciones de la emblemática calavera con tibias de la Gestapo con una especie de "U" encima de la cabeza (no queda claro si son unos cuernos o un candelabro de dos brazos). (Uy, uy, uy…)
- Y asomando por unos cortinajes rojos que ocultan el interior, dos rollizos y estáticos gatos negros que observan impávidos el ajetreo de la calle. (En todo este contexto, un poco de mal rollo si que dan, si)
Visto lo visto, solamente queda preguntarnos: ¿De que va toda esta movida?
No busquen más, la respuesta al enigma está aquí.
viernes, octubre 05, 2007
JAMES HYDRICK O LA FUERZA DEL SINO
En los tiempos que corren, somos testigos de todo tipo de fraudes televisivos más o menos descarados. Pero el del mostrenco que ocupa hoy estas líneas es, cuando menos, de patio de colegio. Eso sin entrar a juzgar su estrambótica indumentaria o su corte de pelo al estilo casco. No. Ni su mala leche, ya verán…
Nuestro buen amigo James se presento en el programa de difusión nacional That's incredible! (el entrañable y ochentero ¡Esto es increíble! de la pantalla amiga) con el propósito de dejar patentes sus dotes telekinésicas delante de toda la crédula población norteamericana.
Un año después confesó al periodista de investigación Danny Korem que sus "aireados" poderes realmente los había adquirido en la cárcel (vete a saber como) y no a través de un maestro chino, tal como afirmaba.
Y es que, al final, hasta da un poco de pena y todo. A nadie le gusta que le desmonten el chiringuito. Y menos delante de todo el mundo. Nunca mejor dicho.
Nuestro buen amigo James se presento en el programa de difusión nacional That's incredible! (el entrañable y ochentero ¡Esto es increíble! de la pantalla amiga) con el propósito de dejar patentes sus dotes telekinésicas delante de toda la crédula población norteamericana.
Ande vas con el trucolospalillos…
Pero el pastel se descubrió en el programa That's My Line, cuando el escéptico azote de farsantes con poderes paranormales de James Randi desbarató toda la credibilidad y glamour del gachó con pijama oriental, realizando su pueril truco del lápiz y añadiendo unos livianos copos de espuma de poliestireno alrededor de la guía telefónica.Si, son dieciocho minutos. Pero que bien valen su visionado.
La tensión empieza a acumularse a partir del minuto once (me pregunto en que estará pensando). Pero el momento cumbre de bochorno y vergüenza ajena llega en el minuto doce, cuando intenta convencer a los ilustres invitados de que los copos, junto con la luz del plató, forman una reacción de energía que afecta a la flexibilidad del papel (eing???????).Un año después confesó al periodista de investigación Danny Korem que sus "aireados" poderes realmente los había adquirido en la cárcel (vete a saber como) y no a través de un maestro chino, tal como afirmaba.
Y es que, al final, hasta da un poco de pena y todo. A nadie le gusta que le desmonten el chiringuito. Y menos delante de todo el mundo. Nunca mejor dicho.