MOTARDS BAJO EL PRISMA DE UNA LOMO LUBITEL 166


Fue mi primera experiencia con película a color y el resultado me dejó gratamente sorprendido. Fotos con una calidez y un tono absolutamente vintage, con el viñeteo clásico de este tipo de cámaras y la textura retro que las caracteriza.

Hasta esa fecha, solamente había utilizado película en blanco y negro con unos resultados, unas veces frustrantes (dobles exposiciones, negativos quemados o subexpuestos) y otras, verdaderamente deslumbrantes. Cuesta creer lo que una caja de plástico y latón de 5.000 pesetas de la época puede llegar a captar y dar de si.
Desde luego no era una Rolleiflex; pero si que podías atreverte a retratar escenas y personajes a ojímetro, siempre con luz diurna, para intentar emular al mismísimo Alberto García-Alix.




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